Primero, con una ametralladora, atacaron a balazos el auto del segundo comandante del Escuadrón XII de la Gendarmería Nacional.
Fueron entre diez y 15 tiros.
Después, con pocas horas de diferencia, balearon la casa de un cabo de la fuerza federal de seguridad.
Fueron más de 20 proyectiles.
Todo sucedió en la ciudad de Bernardo de Irigoyen, en Misiones, en la frontera con Brasil.
Se sospecha que los ataques podrían haber sido una venganza por un operativo donde se secuestraron camionetas en una investigación por contrabando de cigarrillos..